domingo, 17 de noviembre de 2019

La guerra de los mundos, de H.G.Wells

Los clásicos de la historia de la literatura alcanzan esa consideración por méritos propios. Tienen esa fascinación mágica que consiguen que todos los que se enfrentan a sus páginas experimenten la sensación de que, lo que estás leyendo, es diferente a todo aquello a lo que antes te habías enfrentado. Avanzas entre sus páginas asombrándote de nuevas ideas, maneras de narrar, personajes sorprendentes con los que te puedes sentir identificado o tan solo disfrutas de como el autor ha sido capaz de construir un universo mágico y compacto que permanecerá en tu memoria para siempre.
Y todas esas virtudes las puedes encontrar en una obra como esta. La osadía de presentar una invasión alienígena de este modo, teorizando acerca de sus motivaciones, describiendo el tipo de mecanismos que les permiten un viaje a la Tierra tan complicado, diseccionando la anatomía orgánica de unas criaturas  desconocidas de otro planeta...Wells da una lección magistral de como sería ese supuesto enfrentamiento tan desigual contra una especie claramente superior a la humana.
Y lo hace de una manera tan fría que a mi no ha conseguido engancharme. Vas leyendo una tras otra las páginas y lo que te encuentras es una descripción pormenorizada de todos y cada uno de los detalles de esa invasión marciana. Y no me cabe duda que es una narración tan realista que, por fuerza, tuvo que ser aterradora en su época. No deja ningún cabo suelto. Puedes apreciar como la humanidad va quedando poco a poco reducida a una mínima expresión. Como recalca el autor, somos hormigas ante una amenaza como esta. Pero a mi, ese análisis, se me ha hecho eterno.
Soy consciente de que me enfrentaba a una historia conocida y sabía en todo momento como se iba a desarrollar, su particular desenlace y las características que la convirtieron esta obra en un clásico universal. Quizás este ha sido la razón por la que no he conseguido meterme de lleno en esta historia. Sin embargo, al leer la segunda parte de la novela, al bajar al suelo y acompañar al protagonista en todo lo que ocurre durante la segunda parte de la historia , te das cuenta que el libro puede emocionar lejos de tanta descripción fotográfica. Aunque, en mi caso, había llegado demasiado tarde.

Una novela necesaria, fantástica y transgresora que a mi se me ha hecho eterna.

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