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sábado, 12 de octubre de 2019

En el bosque, bajo los cerezos en flor. De Ango Sakaguchi


Llegó a mis manos este pequeño libro sin tener mayor idea de su contenido. Sabia que quien me lo había regalado tenía buen gusto y que conocía mi descarada devoción por todo lo asiático y mi afinidad por lo terrorífico y lo macabro. Así que lo comencé con la mente abierta y a las pocas páginas ya tenía en la cabeza la idea de que esa pequeña historia me iba a gustar.
Que a las primeras de cambio leas las peculiares aficiones de una doncella no deja ser impactante. Llevo varios libros donde la sugerencia prima sobre lo visual y aquí, sin embargo, a las primeras de cambio te describen con precisión algunos pasajes muy macabros. Me fascina la capacidad que tienen los escritores asiáticos de pasar de la delicadeza de un bosque de cerezos a esos pasajes tan incómodos de leer.
Y cuando continúo con la lectura resulta que es un libro de relatos. Tres en concreto. Y eso que, en un principio le decepcionó se convierte en un tremendo acierto al iniciar la joya que es el segundo de los relatos, donde te metes en la piel de un ebanista lleno de rencor que se enfrenta a un trabajo de lo más peculiar. La lectura de este relato es tremenda, lleno de pasajes extremos donde se mezcla lo espiritual y lo visceral. Una historia que te atrapa en sus pocas páginas y que se queda en el recuerdo para siempre.
Quizás el último de los relatos se queda corto. No porque sea malo, sino porque parece que está completamente alejado de los otros dos en cuanto a propuesta. Aún así es una delicia.
En definitiva, un libro muy recomendable de relatos en el que te puedes sorprender al descubrir las propuestas terroríficas que te sugieren los escritores asiáticos.

jueves, 10 de octubre de 2019

Descansa en paz, de John Ajvide Lindqvist



En el ya conocido subgénero de la literatura zombi, aunque en esta historia es necesario cambiar el término por el de muerto viviente, la innovación y la búsqueda de una idea diferente no es muy habitual. De ahí que esta novela sea tan necesaria y demoledora en muchos aspectos. Capaz de estremecer y aterrar como pocas, no es un libro en el que se respeten los cánones habituales del género que creó Romero hace ya unos 50 años.
Aquí los seres fallecidos regresan. Y regresan como los seres en que se han convertido tras su muerte. No como criaturas hambrientas de carne, deseosas de encontrarte en masa para que te unas a su horda. Vuelven confundidos y tristes. Desesperanzados, impersonales y con la mínima y angustiosa conciencia de que no deberían haber regresado. 
Pero esta historia no va sobre ellos. Plantéatelo por un momento. ¿Qué estarías dispuesto a hacer por volver a tener cerca a tus seres más queridos? ¿Serías capaz de amarlos aún cuando sus cuerpos se están descomponiendo? ¿Te haría ilusión que regresara a tu lado la persona que más te ha hecho sufrir? 

El terror que abunda en este libro va más allá de la presencia de estos seres queridos en descomposición. Y no es poco, que hay momentos tan estremecedores que será imposible que no se te erice la piel. Momentos repulsivos, incómodos y provocadores. Pero este libro va de otra cosa. Va de mirarte en el espejo y aceptar nuestro egoísmo. De nuestra crueldad innata cuando nos sacan de nuestra zona de confort. De remordimientos y, sobre todo, de descansar de una maldita vez en paz.

martes, 1 de octubre de 2019

El espectáculo del vampiro, de Richard Laymon


Mi primera incursión en los mundos de Richard Laymon y ha sido un auténtico fiasco. Y me da rabia, porque he visto dentro de esta novela muchas ideas buenas y la insinuación de muchas tardes que vamos a pasar acompañados. Su narrativa ágil, sus abundantes y cercanos diálogos, su capacidad de invitarte a entrar en la mente de los personajes han ganado mi confianza como para seguir leyendo algo más de este autor.
Porque tenía entendido que las tramas de este escritor tenían la capacidad de estremecerte. Sangre, visceral, tramas macabras e inquietantes, todo lo que había oído se Laymon me avisaba de que estaba en frente de una mente enferma dispuesta a perturbar a todo aquel que quisiera una historia poco convencional.
Pues nada de eso aparece por El espectáculo del vampiro. Nada. Y mira que, aún siendo aproximadamente unas cuatrocientas páginas, la letra es tan pequeña que podría doblar las mismas en cualquiera otra edición. Y lo peor es que, a pesar de eso, en ningún momento aparece esa trama que esperas y que no se intuye en ningún momento.
Esta historia versa sobre la amistad, el descubrimiento del sexo, la responsabilidad, el miedo a la pérdida, la violencia...y todo eso está muy bien desarrollado. El problema viene cuando el título del libro es El espectáculo del Vampiro.
Bien, seguimos adelante, una página más. ¡Vaya! aquí aparece un perro infernal. Sigamos, ¡mira han entrado en la casa! Esto empieza a ponerse interesante. Bueno, no era lo que yo pensaba, pero seguro que ahora...y así van pasando páginas y páginas sin que realmente vayas a ningún lado, más allá que la historia de esa amistad y el desarrollo de los personajes.
Entonces, será el final donde todo estalla. Seguro que el autor está encariñándome con los personajes para que me duela en lo más profundo lo que lea va a ocurrir ante el espectáculo. Me temo que lo van a pasar muy mal...y así te das cuenta de que llegan las últimas cincuenta páginas. 
A partir de aquí todo se precipita y pasa lo que tiene que pasar. Nada que objetar salvo que es un auténtico despropósito. Situaciones absurdas, cambios en el comportamiento de los personajes sin venir a cuento, llegada de Rambo a la trama. La verdad, si por algo hay que leer este libro es por esa última parte en la que el autor te dice algo así como: “mira chico, olvídate de las últimas trescientas páginas y vamos a improvisar” un auténtico calvario en el que, lo peor de todo, ni siquiera tiene una pizca de mala leche. Tan solo un párrafo, un magnífico párrafo en el que sientes que este autor puede ser capaz de crear situaciones incómodas y que pronto las empezarás a leer.
No todo es malo. Los personajes femeninos aquí están muy logrados y son los que realmente llevan el peso de la historia. Sin ellos no habría trama, directamente. Pero no merece la pena un libro con tanta extensión para demostrar que los varones somos simples, torpes e imbeciles. 
En fin. Una lectura fallida que puede gustar a quienes quieran ver una historia de amistad sin esperar nada más allá. Una pena.

Lobos, de Xavier M. Sotelo



¿Cómo podría describir las sensaciones que tengo ahora, a minutos de terminar esta obra de Xavier M. Sotelo? Ninguna de las palabras que utilizará haría justicia. Emoción, angustia, miedo...todo y más. Con cada página que leía mi cabeza volaba pensando: “no me puedo creer lo que estoy leyendo”. Han vuelto, el mito del hombre Lobo ha vuelto y lo ha hecho por la puerta grande.
El licántropo había desaparecido de la mente de los aficionados al terror. Ninguna historia conseguía hacer justicia a esa criatura tan amenazadora que recopilaba en un mismo cuerpo la fiereza y visceralidad de un animal leta como el lobo y el raciocinio y la mala leche que puede aportar un ser humano. El hombre Lobo lo tiene todo para ganar y más si caza en manada. Pero la literatura y el cine los habían dejado de lado, apareciendo solo como agentes secundarios a la sombra del resto de criaturas de la noche.
En esta obra no. Aquí son la estrella y lo hacen con todas las consecuencias. Despiadados, inteligentes, crueles y brutales, las criaturas se mueven a sus anchas destrozando por completo a sus pobres víctimas. Y lo mejor de todo, es que estas te importan. Y mucho.
Las primeras páginas de esta novela podrían parecer desesperantes. El autor emplea el tiempo suficiente para que conozcas a cada uno de los personajes que van a perecer más tarde ante los lobos. No pretendo destripar, que bien empleada la palabra ahora, la novela. El autor deja claro en sus primeras páginas el brutal desenlace que tendrán los jóvenes que se adentran en tierras desconocidas. Avisa al lector y eso hace que conforme vayas leyendo sus circunstancias te apene el saber que pronto todas esas vivencias quedarán en nada. Genial la jugada del autor al que adoro desde ya.
Luego llega la noche y con ella todo lo que vendrá con la luna. Aquí el lector encontrará todo lo que espera y más. No voy a entrar en espoilers pero diré que mis expectativas se cumplieron con creces. El autor no escatima en detalles acerca de lo que lees y es capaz de describir con certeza todos los sucesos que hará disfrutar, y horrorizarse, al lector. El resto de la trama ya te tiene ganado y, aún así, seguirá sorprendiéndote.
¿Qué más puedo decir? Creo que el resumen sería algo así a que estoy ante una de mis lecturas indiscutibles del año y que no deben perdérsela si les gusta el género. Es muy difícil de conseguir en España, pero si consiguen hacerse con una copia, no duden en hacerlo. Merece la pena leer esta magnífica obra que te vuelve a reconciliar con el miedo a la luna.

Las ratas, de James Herbert




Si hay algo a elogiar en esta novela es la sinceridad de su propuesta. No hay margen a engaños. Ratas como vía para encauzar el horror. Y a lo largo de sus páginas podrás disfrutar, no se si sería la palabra correcta, de las atrocidades que son capaces de acometer esta especie de roedores que a todos nos repugna.
Porque en esta novela los ataques violentas y macabros aparecen desde el inicio de la novela. Poco a poco te vas dando cuenta de la fragilidad de la sociedad ante una amenaza tan potente como esa. Y el autor la muestra sin ningún tipo de censura. De ahí que la lectura de este libro se convierta en un ejercicio de aguante ante los múltiples destrozos que una colonia de ratas hambrientas e inteligentes puedan ejercer sobre cualquier criatura que se ponga por delante. Capítulo a capítulo te vas estremeciendo y no puedes evitar erizarte al mirar con el rabillo del ojo esa cortina que tienes en casa y que se mueve con el viento.
Con todo eso como aliciente, no puedo reprimir una decepción al leer la novela. Porque no va más allá. Los personajes carecen de ningún tipo de estímulo para interesarse por ellos y eso lastra la lectura cuando ya ha leído varios capítulos de ataque. Hay una trama central, pero que no me terminó de estimular empatía en ningún momento y eso le resta fuerza a la novela al final. 
Sabiendo eso, todo lo demás se convierte en un espectáculo digno de saborear con un bolsa de basura cerca, porque ¿a quien no le gusta leer eso de que cientos de ratas devoren con ferocidad a un ser humano desvalido?

Apocalipsis, de Stephen King

 Muchas veces cometemos el error de juzgar una historia en base a las ideas que nos habíamos formado en la cabeza. Nos adentramos en mundos ...